"El Trono de Huesos de Dragón" de Tad Williams

Casi de inmediato y luego de mis experiencias con "Mago" de Raymond E. Feist, recaí en la literatura fantástica de los 80s, dije en aquella crítica que suelo acercarme a ella con cautela, pero esta vez tampoco resulté decepcionado; la tetralogía "Añoranzas y Pesares" (Memory, Sorrow and Thorn) fue un viaje verdaderamente mágico. La prosa de Tad Williams es realmente particular, extraña en la fantasía, sobretodo en este primer tomo, su forma de describir incluso eventos nimios (como un atardecer) nos recuerda la poesía. Hay algunos elementos que ya hoy son clichés (un adolescente envuelto en una jornada para salvar el mundo, espadas mágicas, un amor a primeras luces imposible, entre otros), sin embargo, esto no nos impedirá disfrutar de este largo viaje. Advierto que son 4 tomos y cada uno tiene no menos de 700 páginas.

El reino de Osten Ard era un reino pacífico, pero con la muerte de su rey y la sucesión al trono de su hijo mayor, eventos de nefastas y obscuras consecuencias se van a desatar. Y cuando digo obscuras, me refiero a realmente obscuras, una antigua maldad despertará, pero ¿por qué?¿por quién o quiénes y con cuáles terribles fines? Simon, el chico de los mandados en el castillo (the kitchen boy), es un joven muy distraído y algo torpe, no hace lo que le piden de forma correcta ya sea por una cosa o la otra, le gusta estar solo y tiene una autoestima que no vale dos cheles, muchas de las personas que lo rodean piensan incluso que es retardado, pero lo que le depara el futuro a Simon lo cambiará todo.

Tad Williams, un escritor prolífico del cual estoy seguro leeré a través del tiempo, el resto de sus obras. Con "El Trono de Huesos de Dragón" aprendí la paciencia, la acción tarda muchísimo en comenzar, son pequeñas piezas de un rompecabeza que se van armando lentamente sin dar casi detalles. Aprendí también que aprecio a los personajes que les gusta el aprendizaje, me sentí desesperado con Simon en ocasiones, hubo momentos en los que pudo aprender tanto y no aprovechaba, pero también me condujo a la reflexión sobre las personas a quienes no les enseñan a pensar, el conocimiento, la lectura; los agota. Me encantó la historia del mundo y sus distintas razas (como siempre: una salsa de elfos, humanos y enanos, llamados de otra forma y con algunas características distintas), te deja saber lo suficiente pero otras tantas cosas quedan envueltas en misterio, las suficientes como para  escribir otra saga en el mismo universo. "Añoranzas y Pesares" para quienes gustan las lecturas lentas, las obras bien escritas y encariñarse con los personajes (imposible no tomarles cariño luego de un viaje de más de 3,000 páginas).